Ir al contenido principal

No me dejes ir.

No quiero seguir de frente, no.
No deseo llegar al final.
Allí no hay nada.
Nada por lo que amar.

No permitas que marche, no.
Allí donde no existe la luz,
Solo mares oscuros.

Tan solo ruego a la vida
Poder estar contigo.
No quiero coronas, fama ni dinero.
Te anhelo a ti.

Veo el final, no, se que no lo es.
Aún seguirá vivo mi espíritu.
No tengo miedo, solo penas
Porque allá a donde voy,

Se que no estarás tú.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Llanto a la soledad de mi alma.

Llanto a la soledad de mi alma. No dejo de pensar en ti, anidas en mi mente Aferrada en lo profundo de mi alma. Soy un loco que no vive en el presente, Anclado en un tortuoso pasado, Porque tu olor aún sigue en mi cama. Fuiste ese pequeño remanso de paz Que alimentaba un espíritu  condenado A verse envuelto en un paño de soledad Quemando las entrañas de un amor Que con el tiempo fue olvidado... Lo que mi alma  no era capaz de curar Tus besos cicatrizaban mis heridas, Fuiste la que mostró el significado de amar, Mientras mi alma vagaba por aquel lúgubre y triste               Caminar. Y ahora que te has ido, Mi alma llora sin consuelo      Muerta Quizás, por saber que te ha perdido O por la angustia de pensar De que nunca  te haya tenido. Sergio Jesús Villar Santirso.

Pasión entre tus besos

Me enamoras con esos ojos distantes Acechando furtivos buscando mi mirada. Amantes lejanos, pidiendo a gritos un beso, Un beso que enamore, uno muy sincero. Tu cuerpo ardiente, fragua de pasiones de una noche, Tiñe de amor mis palabras desconsoladas. Nos perdimos inocentes ante el paso del tiempo, Tú decías sigue, yo te susurraba te quiero. En un orgasmo nos encontramos, En un delirio nos convertimos. Fuimos esclavos de nuestros cuerpos, Que volaban libres por el cielo. Esa noche nuestras almas callaron Aquello que hicieron nuestras manos. Prometimos siempre querernos, Y por eso mismo yo te amo.

Quizás

¿Qué sentirías tú al saber que buscas aquello que los corazones humanos llaman, "amor"? ¿Y si ya lo hubieses encontrado, y estés lejos, muy lejos de ese amor que daña punzante como una aguja, doliendo tanto como si se encontrase oxidada... ? Quizás la vida te de muchas cosas buenas, no lo niego, pero de que te sirve la felicidad si no eres capaz de compartirla.. Puede que llegue el día en mi vida en el que un destino caprichoso se apiade de dos almas destinadas a estar juntos, pero que se encuentran separadas por un angosto mar de piedras e incertidumbres... Quizás, y solo puede que quizás, exista un momento  en mi vida, en el que sea capaz de mostrarla todo por lo que yo he llorado por ella, todos aquellos sentimientos resguardados en un frío cajón bajo llave, esperando ser liberados. Ese momento en el que mi alma estalle y hable todo lo que mi corazón calló, serán palabras que dañen, que sanen y que amen. Aún sigo con la esperanza de que la vida me guíe hacía un